Castaña (fagaceae)




El género Castanea existe desde tiempos inmemoriales. En Europa, se han hallado fósiles de castaños que tienen más de 75-100 millones de años. En la región del Mediterráneo, los castaños se cultivaban hace ya 3000 años. Se cree que fueron los antiguos griegos los primeros en cultivar el castaño (Castanea sativa), introduciéndolo en Europa desde Asia Menor, pasando por Turquía, hasta el sur de Europa y el norte de África. Los romanos extendieron después el cultivo de la C. sativa al noroeste y centro de Europa y le pusieron el nombre de castanea. Es posible que sea el nombre de una ciudad donde eran muy comunes las castañas. En Asia, el castaño japonés (C. crenata) se cultiva desde el siglo XI y es posible que el castaño chino (C. molissima) se cultive desde hace 2000-6000 años. En Estados Unidos, el castaño amaricano (C. dentata) era una de las especies más importantes en los bosques de las tierras indígenas, pero, a principios del siglo XX una terrible epidemia de hongos arrasó toda la población, matando a muchos de estos magníficos árboles. El castaño europeo podría llegar a sufrir también estos ataques. China es el país líder en producción de castañas.

Descripción

Árbol longevo, caducifolio. Tiene un solo tallo principal. Es de gran tamaño, llamativo y vigoroso, con algunas ramas en ángulo irregular que forman una copa piramidal. La corteza es de color gris marrón, a menudo con un patrón en espiral muy pronunciado.
Hojas: caducas, de unos 15 cm de longitud y 5 cm de ancho, brillantes, rígidas, ovaladas y lanceoladas, con los bordes dentados. Son de color verde oscuro en el haz y más claras en el envés. Posee nervios marcados que acaban en los bordes dentados. En otoño se vuelven de color naranja-marrón.
Flores: monoicas; nace a final de primavera, así que pocas veces les afectan las heladas. Almizcladas, flores masculinas aromáticas con numerosos estambres con polen que nacen a lo largo de los amentos.Sueltan el polen a finales de primavera. Justo debajo de las flores masculinas se hallan las femeninas, de menor tamaño y con forma de lanza. Cada flor femenina contiene entre 1 y 3 ovarios, y cada uno puede convertirse en un fruto. Por lo tanto se encuentran de 1 a 3 frutos en cada cáscara. Polinización: casi siempre por el viente, tambien por insectos. A pesar de ser parcialmente autofecundables dan más frutos si se plantan los árboles en grupo. Es preferible plantar dos variedades diferentes para asegurar que la producción de polen coincida con la fase receptiva de las flores femeninas. Algunos árboles dan frutos sin ser fecundados, y estos no contienen castañas. Si no ha habido fecundación, sólo producen cáscaras planas, sin semillas o con semillas sin desarrollar.
Fruto: crecen dentro de una cáscara verde, en otoño. La parte interior es blanca, blanda y aterciopelada. Cuando están maduros, la cáscara se parte, permitiendo que la castaña caiga al suelo. Esta es bastante grande y dura, brillante, marrón, con una cicatriz alargada y clara, y acabada en punta.

Gastronomía

Pueden tener poco sabor o un gusto dulzón e intenso, dependiendo de la variedad. Las castañas saben mejor cocidas o asadas. Se hierven durante 30 minutos con cáscara y después se parten en dos y se extrae la semilla. También se pueden tostar en el horno, al fuego o en el microondas, pero es necesario rajar la cáscara para evitar que exploten. Al consumirlas, hay que quitar la cáscara externa y la piel inferior, que tiene un sabor amargo. Hay utensilios especiales para pelar las castañas que facilitan su preparación. Las castañas se pueden utilizar en sopas, rellenos o postres. Se pueden secar y utilizar en la elaboración de panes, galletas, salsas, etc. Algunas fábricas de mantquilla de cacahuete añaden castañas a sus productos.

Nutrición

Las castañas poseen niveles considerables de vitamina C (12 mg/100 g de frutos), y altos niveles de cobre, magnesio y potasio; no obstante, tienen un contenido bajo en proteínas (5%). A pesar de todo, estas proteínas son de buena calidad y se absorben fácilmente durante la digestión. También poseen tasas altas de ácido fólico, tiamina y vitamina B6. Además, contienen más agua y menos aceite (1%) que otros frutos secos, así como más carbohidratos. Pueden ser una buena fuente de alimentación. Son muy bajas en sodio y no tienen colesterol.


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